Sencha significa literalmente “té cocido”, sin embargo, el proceso por el cual el Sencha es convertido difiere de los tipos de té chinos.
Después que se ha cosechado, se deshoja generalmente a mano o utilizando unas tijeras, también se usan máquinas modernas aunque es más seguro hacerlo de manera tradicional. Como la mano de obra en el Japón es costosa, la recolección manual es reservada para los tipos de Sencha de alta calidad.
Cuando se tienen las hojas separadas se hierven para eliminar la oxidación, esta es una de las principales características del Sencha. El cocido a vapor afecta las características de la hoja y las deja empapadas.Por lo general se cuece entre 15 a 45 segundos, dependiendo del tipo de cosecha o tesura de la hoja, por ejemplo el Sukamushi, un tipo de Sencha de elevada calidad que se cosecha generalmente en la zona de Shizuoka, es un tipo de hoja que generalmente demora entre 2 a 3 veces más para poder cocerlo de manera prolija.
Uno puede saber que la hoja se ha secado completamente cuando se observa un color más ligero que el natural y que ha perdido rastro de polvo, además de eso el sabor siempre es mucho más suave y seco.Después de pasar por vapor se les enrolla hasta reducir el nivel de agua entre un 50 a 60%, las hojas se agitan ligeramente hasta que el aire caliente quite el exceso de humedad, esto permite que la hoja seque uniformemente antes del siguiente enrollado.
La segunda sesión de enrollado, se enrolla las hojas hasta presionarlas, rompiéndoles la fibra del agua de la hoja y lo que salga del extracto de sus pequeños tallos; se les quita toda la humedad dentro de la hoja de té.En la tercera parte del enrollado se agita ligeramente hasta ver que la hoja se fije en el aire y tenga un aspecto estrecho. Con una máquina se va reduciendo la formando de la hoja, hasta que se le quita la humedad y se vea una hoja tan fina como una aguja y de color verde oscuro.
Después de esto, el proceso culmina con mandarlo secar al sol hasta ver reducida la totalidad de la humedad de la hoja (por lo general queda un 5% de humedad).Esta forma de preparar el té también se nota en el sabor a comparación de su par chino. El te japonés tiene un sabor más vegetal, algo más “pastoso”, las infusiones del Sencha y otros té verdes que son hervidos (como la mayoría de los té en el Japón) son de un color más verdoso y ligeramente más amargo que el estilo chino.
El sencha es muy popular en Japón, se toma siempre caliente en las temporadas de invierno y un poco más tibias durante los meses de verano.
Este té, difícil de conseguir en los mercados europeos debido a la gran demanda en el mercado asiático y americano, es famoso gracias los estudios científicos que se han hecho sobre el. Según demuestran los oncólogos canadienses Dr. Richard Béliveau y Dr. Denis Gingras en su libro "Los alimentos contra el cáncer" (editorial Rba), este té contiene la mayor concentración de ECGC (Epilagocatequin Galate es un polifenol de gran concentración y es el activo principal del té verde, potente antioxidante natural)
Para simplificar, se puede aplicar esta regla: mientras más oscuro sea el verde, más finas las hojas y más intenso el sabor, mejor será la calidad del té. También en este caso, el té de las primeras cosechas es el de mayor calidad.
El color dorado del té y el olor fresco son características típicas para tés Sencha de alta calidad. Este té combina un sabor ligeramente “amargo” con un bouquet suave. Es aromático y chispeante. El Sencha es muy popular entre las mujeres en Japón para consumirlo a la hora del té.4
Entre sus componentes destaca el flúor por lo que son constatables sus beneficios sobre la placa dental. Además de flúor, entre los minerales se encuentran el calcio, el potasio y el magnesio, y entre sus componentes vitamínicos, especialmente vitaminas del grupo B (con un importante papel en el funcionamiento del sistema nervioso) y provitamina A.
Es un té verde que se fabrica sin triturar las hojas, aunque el proceso es muy similar al del té Matcha (té molido hasta presentarse en polvo) del cual de hecho procede.
Algunas variedades se expanden cuando se remojan hasta parecer brotes en olor, apariencia y sabor.
El té Sencha japonés se cuece (con vapor) primero unos 15–45 segundos para evitar la oxidación de las hojas. Entonces estas se enrollan, dándoles la acostumbrada forma cilíndrica, y se secan. Por último, tras el secado, las hojas se tuestan para ayudar a su conservación y añadirles sabor.
El paso de cocción al vapor inicial da un sabor diferente al té japonés respecto al chino, teniendo el primero un sabor más vegetal, casi a hierba (algunos saben parecido a un alga). Las infusiones de Sencha y otros tés verdes vaporizados (como lo son la mayoría de tés verdes japoneses) tienen también un color más verde y un sabor ligeramente más amargo que los tés verdes chinos.
Para aprovechar al máximo las propiedades de cualquier té lo mejor es hacer una infusión larga, de cinco o diez minutos. Con ello se consigue un té menos aromático y más áspero, justo lo contrario de lo que se plantea quien degusta y saborea el té, pero no siempre salud y gastronomía van unidas.
El agua es el factor que determinará el aroma y sabor del té. El agua mineral suele ser la más indicada. Con agua clorada no sale un buen té; ésta debe hervir 2 o 3 minutos para eliminarse el cloro. El agua blanda es preferible a la dura, pues el calcio "espesa" el ácido tánico contenido en el té.
El té verde no se ha de preparar con agua hirviendo, ya que saldría demasiado amargo. Por tanto, debe verterse en la tetera con las hojas justo antes de empezar a hervir, o en caso de que haya llegado al punto de ebullición, se ha de dejar enfriar un instante antes de verterla en la tetera.
Una buena tetera ha de tener la pátina que le da un empleo frecuente, pues mejora el sabor. La tetera ha de estar reservada sólo para el té. No es preciso lavarla, basta aclararla, ya que el jabón o el detergente disolverían la pátina y posiblemente estropearían el siguiente té. La tetera se calienta con un poco de agua hirviendo, que se hace girar en su interior, se tira y se deja secar antes de verter en ella el agua para la infusión. Entonces se introduce una cucharadita de té rasa (2 gramos) por taza, se vierte el agua caliente y se tapa la tetera.
Los coladores de té dejan de ser buenos cuando se les cierran los orificios, ya que impiden que el aroma se expanda.
Las hojas de té verde se han de dejar reposar en agua entre 1 y 3 minutos como mínimo para que se desplieguen los aromas, pero pueden dejarse en infusión hasta 5 minutos. Cuanto más tiempo se dejen reposar, más pronunciado será el sabor amargo. Se puede tomar al natural o edulcorado. El azúcar aumenta algo el aroma, y en cambio la miel lo desvirtúa. Hay quien añade limón o una nube de leche.
Bebedores que no están acostumbrados a beber té Sencha será bastante desconocidos sobre el proceso de creación. Muchos de los tés verdes de Japón tienden a ser asado, que no es el caso con el Sencha. En cambio, el té es al vapor durante 20 minutos. El proceso de vapor es esencial, como deja de oxidación de las hojas que se producen. Una vez finalizado el proceso al vapor, las hojas, a continuación, se resumen en las formas y la izquierda a secas. El proceso de encargo hasta las hojas permite sabor escapar fácilmente, pero dando forma les es puramente para fines de decoración. Después de todo esto es completa, las hojas deben preservarse, que se puede hacer pan les freír. Esto bloqueará en el sabor.
El té verde alivia los dolores de cabeza, elimina las obstrucciones del bazo, depura los riñones, es beneficioso para los cálculos renales, facilita la respiración, soluciona los problemas digestivos y nerviosos, cura la falta de apetito, refuerza la memoria, alivia la fatiga y mejora la visión.
El té verde es capaz de reducir los niveles de LDL-colesterol y de triglicéridos plasmáticos, al tiempo que eleva los niveles de HDL-colesterol, el colesterol bueno. Y gracias a sus propiedades antioxidantes, el té verde evita la oxidación del colesterol y protege contra la arterio esclerosis.
También el té verde ha demostrado ser capaz de reducir la formación anormal de coágulos sanguíneos. El té verde disminuye los niveles de azúcar en sangre (parece ser que regula la insulina en sangre), por lo cual es óptimo en la lucha contra la diabetes y la obesidad.
Sus componentes antioxidantes (polifenoles) le atribuyen diversas propiedades saludables :
- Protege al organismo frente a la acción nociva de las sustancias oxidantes y las radicales libres que debilitan al sistema de defensa natural del cuerpo, y aceleran el proceso de envejecimiento.
- Contribuye a regula los niveles de colesterol, ayudando al cuerpo a absorber menos grasa y excretar más.
- Evita la formación coágulos en la sangre, ya que inhibe una sustancia liberada por las plaquetas, el tromboxano, que provoca que las plaquetas se unan formando bloques (trombos).
- Previene contra la formación de caries, debido a su contenido de fluoruro.
- Ejerce un importante efecto diurético en la medida que su ingestión ayuda a la eliminación de líquidos.
Su bajo contenido calórico lo convierten en una buena alternativa a las bebidas gasificadas y azucaradas, especialmente recomendable para quienes se aburren por tenerse que ceñir al consumo de agua.
- Contribuye a la hidratación de la piel dado que permite la oxigenación de las células y de los capilares.
- Ciertos componentes del té, los taninos, que le confieren el característico sabor amargo, tienen efecto astringente, por lo que su consumo está aconsejado en caso de diarrea.
- Como el café, el té es una buena bebida estimulante que contribuye a despejar la mente y a despertar al organismo cuando más le cuesta reaccionar (por la mañana, tras la sobremesa...); aunque si el consumo es desmedido, acaba crispando los nervios.
El té verde tiene el inconveniente de dificultar la absorción de hierro presente en los alimentos, por lo que su consumo no estaría indicado en caso de estar atravesando un proceso anémico.
Después que se ha cosechado, se deshoja generalmente a mano o utilizando unas tijeras, también se usan máquinas modernas aunque es más seguro hacerlo de manera tradicional. Como la mano de obra en el Japón es costosa, la recolección manual es reservada para los tipos de Sencha de alta calidad.
Cuando se tienen las hojas separadas se hierven para eliminar la oxidación, esta es una de las principales características del Sencha. El cocido a vapor afecta las características de la hoja y las deja empapadas.Por lo general se cuece entre 15 a 45 segundos, dependiendo del tipo de cosecha o tesura de la hoja, por ejemplo el Sukamushi, un tipo de Sencha de elevada calidad que se cosecha generalmente en la zona de Shizuoka, es un tipo de hoja que generalmente demora entre 2 a 3 veces más para poder cocerlo de manera prolija.
Uno puede saber que la hoja se ha secado completamente cuando se observa un color más ligero que el natural y que ha perdido rastro de polvo, además de eso el sabor siempre es mucho más suave y seco.Después de pasar por vapor se les enrolla hasta reducir el nivel de agua entre un 50 a 60%, las hojas se agitan ligeramente hasta que el aire caliente quite el exceso de humedad, esto permite que la hoja seque uniformemente antes del siguiente enrollado.
La segunda sesión de enrollado, se enrolla las hojas hasta presionarlas, rompiéndoles la fibra del agua de la hoja y lo que salga del extracto de sus pequeños tallos; se les quita toda la humedad dentro de la hoja de té.En la tercera parte del enrollado se agita ligeramente hasta ver que la hoja se fije en el aire y tenga un aspecto estrecho. Con una máquina se va reduciendo la formando de la hoja, hasta que se le quita la humedad y se vea una hoja tan fina como una aguja y de color verde oscuro.
Después de esto, el proceso culmina con mandarlo secar al sol hasta ver reducida la totalidad de la humedad de la hoja (por lo general queda un 5% de humedad).Esta forma de preparar el té también se nota en el sabor a comparación de su par chino. El te japonés tiene un sabor más vegetal, algo más “pastoso”, las infusiones del Sencha y otros té verdes que son hervidos (como la mayoría de los té en el Japón) son de un color más verdoso y ligeramente más amargo que el estilo chino.
El sencha es muy popular en Japón, se toma siempre caliente en las temporadas de invierno y un poco más tibias durante los meses de verano.
Este té, difícil de conseguir en los mercados europeos debido a la gran demanda en el mercado asiático y americano, es famoso gracias los estudios científicos que se han hecho sobre el. Según demuestran los oncólogos canadienses Dr. Richard Béliveau y Dr. Denis Gingras en su libro "Los alimentos contra el cáncer" (editorial Rba), este té contiene la mayor concentración de ECGC (Epilagocatequin Galate es un polifenol de gran concentración y es el activo principal del té verde, potente antioxidante natural)
Para simplificar, se puede aplicar esta regla: mientras más oscuro sea el verde, más finas las hojas y más intenso el sabor, mejor será la calidad del té. También en este caso, el té de las primeras cosechas es el de mayor calidad.
El color dorado del té y el olor fresco son características típicas para tés Sencha de alta calidad. Este té combina un sabor ligeramente “amargo” con un bouquet suave. Es aromático y chispeante. El Sencha es muy popular entre las mujeres en Japón para consumirlo a la hora del té.4
Entre sus componentes destaca el flúor por lo que son constatables sus beneficios sobre la placa dental. Además de flúor, entre los minerales se encuentran el calcio, el potasio y el magnesio, y entre sus componentes vitamínicos, especialmente vitaminas del grupo B (con un importante papel en el funcionamiento del sistema nervioso) y provitamina A.
Es un té verde que se fabrica sin triturar las hojas, aunque el proceso es muy similar al del té Matcha (té molido hasta presentarse en polvo) del cual de hecho procede.
Algunas variedades se expanden cuando se remojan hasta parecer brotes en olor, apariencia y sabor.
El té Sencha japonés se cuece (con vapor) primero unos 15–45 segundos para evitar la oxidación de las hojas. Entonces estas se enrollan, dándoles la acostumbrada forma cilíndrica, y se secan. Por último, tras el secado, las hojas se tuestan para ayudar a su conservación y añadirles sabor.
El paso de cocción al vapor inicial da un sabor diferente al té japonés respecto al chino, teniendo el primero un sabor más vegetal, casi a hierba (algunos saben parecido a un alga). Las infusiones de Sencha y otros tés verdes vaporizados (como lo son la mayoría de tés verdes japoneses) tienen también un color más verde y un sabor ligeramente más amargo que los tés verdes chinos.
Para aprovechar al máximo las propiedades de cualquier té lo mejor es hacer una infusión larga, de cinco o diez minutos. Con ello se consigue un té menos aromático y más áspero, justo lo contrario de lo que se plantea quien degusta y saborea el té, pero no siempre salud y gastronomía van unidas.
El agua es el factor que determinará el aroma y sabor del té. El agua mineral suele ser la más indicada. Con agua clorada no sale un buen té; ésta debe hervir 2 o 3 minutos para eliminarse el cloro. El agua blanda es preferible a la dura, pues el calcio "espesa" el ácido tánico contenido en el té.
El té verde no se ha de preparar con agua hirviendo, ya que saldría demasiado amargo. Por tanto, debe verterse en la tetera con las hojas justo antes de empezar a hervir, o en caso de que haya llegado al punto de ebullición, se ha de dejar enfriar un instante antes de verterla en la tetera.
Una buena tetera ha de tener la pátina que le da un empleo frecuente, pues mejora el sabor. La tetera ha de estar reservada sólo para el té. No es preciso lavarla, basta aclararla, ya que el jabón o el detergente disolverían la pátina y posiblemente estropearían el siguiente té. La tetera se calienta con un poco de agua hirviendo, que se hace girar en su interior, se tira y se deja secar antes de verter en ella el agua para la infusión. Entonces se introduce una cucharadita de té rasa (2 gramos) por taza, se vierte el agua caliente y se tapa la tetera.
Los coladores de té dejan de ser buenos cuando se les cierran los orificios, ya que impiden que el aroma se expanda.
Las hojas de té verde se han de dejar reposar en agua entre 1 y 3 minutos como mínimo para que se desplieguen los aromas, pero pueden dejarse en infusión hasta 5 minutos. Cuanto más tiempo se dejen reposar, más pronunciado será el sabor amargo. Se puede tomar al natural o edulcorado. El azúcar aumenta algo el aroma, y en cambio la miel lo desvirtúa. Hay quien añade limón o una nube de leche.
Bebedores que no están acostumbrados a beber té Sencha será bastante desconocidos sobre el proceso de creación. Muchos de los tés verdes de Japón tienden a ser asado, que no es el caso con el Sencha. En cambio, el té es al vapor durante 20 minutos. El proceso de vapor es esencial, como deja de oxidación de las hojas que se producen. Una vez finalizado el proceso al vapor, las hojas, a continuación, se resumen en las formas y la izquierda a secas. El proceso de encargo hasta las hojas permite sabor escapar fácilmente, pero dando forma les es puramente para fines de decoración. Después de todo esto es completa, las hojas deben preservarse, que se puede hacer pan les freír. Esto bloqueará en el sabor.
El té verde alivia los dolores de cabeza, elimina las obstrucciones del bazo, depura los riñones, es beneficioso para los cálculos renales, facilita la respiración, soluciona los problemas digestivos y nerviosos, cura la falta de apetito, refuerza la memoria, alivia la fatiga y mejora la visión.
El té verde es capaz de reducir los niveles de LDL-colesterol y de triglicéridos plasmáticos, al tiempo que eleva los niveles de HDL-colesterol, el colesterol bueno. Y gracias a sus propiedades antioxidantes, el té verde evita la oxidación del colesterol y protege contra la arterio esclerosis.
También el té verde ha demostrado ser capaz de reducir la formación anormal de coágulos sanguíneos. El té verde disminuye los niveles de azúcar en sangre (parece ser que regula la insulina en sangre), por lo cual es óptimo en la lucha contra la diabetes y la obesidad.
Sus componentes antioxidantes (polifenoles) le atribuyen diversas propiedades saludables :
- Protege al organismo frente a la acción nociva de las sustancias oxidantes y las radicales libres que debilitan al sistema de defensa natural del cuerpo, y aceleran el proceso de envejecimiento.
- Contribuye a regula los niveles de colesterol, ayudando al cuerpo a absorber menos grasa y excretar más.
- Evita la formación coágulos en la sangre, ya que inhibe una sustancia liberada por las plaquetas, el tromboxano, que provoca que las plaquetas se unan formando bloques (trombos).
- Previene contra la formación de caries, debido a su contenido de fluoruro.
- Ejerce un importante efecto diurético en la medida que su ingestión ayuda a la eliminación de líquidos.
Su bajo contenido calórico lo convierten en una buena alternativa a las bebidas gasificadas y azucaradas, especialmente recomendable para quienes se aburren por tenerse que ceñir al consumo de agua.
- Contribuye a la hidratación de la piel dado que permite la oxigenación de las células y de los capilares.
- Ciertos componentes del té, los taninos, que le confieren el característico sabor amargo, tienen efecto astringente, por lo que su consumo está aconsejado en caso de diarrea.
- Como el café, el té es una buena bebida estimulante que contribuye a despejar la mente y a despertar al organismo cuando más le cuesta reaccionar (por la mañana, tras la sobremesa...); aunque si el consumo es desmedido, acaba crispando los nervios.
El té verde tiene el inconveniente de dificultar la absorción de hierro presente en los alimentos, por lo que su consumo no estaría indicado en caso de estar atravesando un proceso anémico.
Las propiedades del te verde que aceleran el metabolismo son muy utilizadas para bajar de peso, debido a que sus componentes también incluyen relajantes musculares que hacen que la cafeína no produzca tanto insomnio en personas sensibles. A mi me ha funcionado de maravilla.
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