viernes, 10 de febrero de 2012

Té SILVER NEEDLES

La infusión perfecta necesita tiempo, el agua a una temperatura adecuada y la cantidad precisa de hojas para cada taza. Aunque sea el mejor té del mundo si no se prepara adecuadamente no se logran buenos resultados.
 Las típicas costumbres de apretar la bolsita, dejarla en la taza tiempo excesivo puede ser tal perjudicial para la infusión como agregar azúcar o endulzantes. Lo principal para un buen té es agregar el agua en la medida y temperatura justa.


Este té de plata aguja muy apreciado sólo se hace a partir de los nuevos brotes tiernos que están cubiertos de plata en blanco pelos. Las hojas se recogen tan sólo dos días al año en los principios de la primavera y se procesan a mano. Cuando se irradia, el té de agujas de plata produce un licor claro, de color pajizo con un extraordinario sabor con cuerpo, fresco y dulce.

Cosecha: primavera de 2011

Silver Needle es uno de los más finos tés que existe y no es para todo el mundo.
Es el antioxidante natural más potente que nos ofrece la naturaleza por su alto nivel de polifenoles. Numerosos estudios han revelado que un vaso de té blanco tiene el poder antioxidante de 14 vasos de zumo de naranja.
 Reconocido como uno de los más destacado en China, este té blanco producido en la provincia de Fujian, solo puede ser cosechado en los primeros días de primavera, y esta constituido solo por los más tiernos brotes.


Procede del norte de la provincia de Fujian, lugar donde el té blanco fue producido por primera vez. Esta exquisita calidad crece a una altidud entre 850 y 1000 metros, y solo los brotes son recolectados.
 El clima, las condiciones del suelo, la niebla matutina y la gran cantidad de sol que reciben las plantas por la tarde hacen que este té sea único.


 En taza da una infusión brillante con un toque rosáceo desarrollando un suave aroma y gusto en la lengua con reminiscencia de albaricoque. Este té es de elevado precio y solo lo encontrarás en comercios muy especializados.
 

La temperatura del agua  también es vital a la hora de destacar los sabores naturales de la bebida.  Para calentarla, son recomendables las tetéras de vidrio o cerámica. Según la teoría china, la temperatura ideal se obtiene cuando el agua está comenzando a emitir burbujas del porte de un ojo de pescado que suben en forma decidida. Esta es el agua ideal para una infusión (100 grados celsius).

Según el tipo de té, la temperatura del agua puede variar. Por ejemplo, los tés verdes y florales no deben prepararse a más de 85 grados. Para estos casos se recomienda bajar la temperatura dejando el agua en un termo por una hora o colocándola en la parte baja del refrigerador por dos minutos.

 Vierte el agua caliente sobre las hojas precalentadas y deja en infusión de 3 a 7 minutos, según la variedad y el gusto personal. El Té Blanco no amargará, gracias a sus brotes.
 Sirve el té con la ayuda de un colador y deja las hojas en el fondo de la tetera para la siguiente infusión.



Para aprovechar todos los antioxidantes del Té Blanco recomendamos prepararlo en maceración. Basta con dejar los brotes en reposo durante 2 horas en agua fría, y obtendrás una refrescante y saludable bebida. Con este método de preparación, los polifenoles del Té Blanco han mostrado más actividad que preparándolo con agua caliente, incremento que no se  ha observado en otras variedades de té.
Selecto té blanco de Fujian, China, compuesto únicamente por las yemas superiores o brotes, cubiertos por un delicado y fino vello blanco. De sabor muy suave, ligero, fresco y ligeramente dulce, su infusión resulta brillante, de un suave amarillo con un toque dorado.

Puede infusionarse hasta 4 veces en 24 horas, reduciendo cada vez el tiempo de infusión en 1 minuto, empezando por 5, es decir:
1ª infusión: 5 minutos.
2ª infusión: 4 min.
3ª infusión: 3 min.
4ª infusión: 2 min.
Las mejores producciones tienen lugar entre finales de marzo y principios de abril, que es cuando los primeros brotes del año empiezan a "despertar". Únicamente se utilizan estos brotes que además deben ser recogidos bajo unas condiciones específicas: por la mañana, cuando el sol está lo suficientemente alto como para haber secado cualquier resto de rocío de los brotes.

Tradicionalmente los brotes una vez recolectados se dejaban marchitar bajo el sol en cestas poco profundas, hoy en día se sigue este método en las producciones de mayor calidad. Algunos productores, para evitar perder el té recolectado debido a repentinas lluvias, ráfagas de viento o algún accidente, realizan el secado en cámaras con corrientes de aire caliente. Después del marchitado de los brotes se realiza un proceso de secado a baja temperatura.

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