lunes, 27 de febrero de 2012

Té Matcha BIO y propiedades

Historia
El té molido tiene su origen en la China de tiempos de la dinastía Song (960-1279). En el año 1191, el monje budista Eisai introdujo el té molido en Japón junto con el budismo. Con el tiempo, el té molido fue desapareciendo en China, sin embargo arraigó en Japón gracias a las costumbres de los monasterios budistas. Más tarde, las clases altas de la sociedad japonesa adoptaron este té, entre los siglos XIV y XVI.

El té es originario de las hojas de la planta Camellia Sinensis. Existen cerca de 500 especies de té, en alrededor de 50 países diferentes, posicionando a China a la delantera en cuanto a abundancia y variedad, pero los tés de más alta calidad provienen sin duda alguna de Japón.
En el caso del té verde, las hojas son cocidas a vapor, asadas o fritas casi inmediatamente, tratando de evitar que se fermenten, dando como resultado un color verde claro.

De los tés verdes, el más rico en nutrientes, es el Té Matcha, un té de hojas de suprema calidad, totalmente sin fermentar el cual se cultiva una sola vez al año durante la primavera y es molido en piedra hasta hacerse polvo.
Este tipo de té verde que sirve tanto para ser bebido (frío o caliente) como así también para colaborar en la preparación de diversas comidas.
  
El té matcha es especialmente llamativo por su color verde intenso y vivo, y también por sus cualidades nutritivas y gustativas, es un té suave, dulzón y algo astringente. Se presenta en polvo, molido muy fino, y podemos encontrar tipos de té matcha, elaborados de forma distinta para utilizar en infusión o en cocina. Aunque todavía no es muy fácil encontrarlo en nuestro país, nosotros sólo lo habíamos visto en tiendas de dietética y herboristerías, además de los comercios de distribución para hostelería y el sector profesional de la alimentación.

Producción La preparación del matcha comienza varias semanas antes de su cosecha. Primero se cubren las plantas del té para ocultarlas del sol. De esta forma se retrasa su crecimiento y se crea un color verde más oscuro en las hojas. Con este proceso el té gana en aminoácidos, creándose así un té más dulce.

Tras la cosecha, las hojas se colocan en una superficie plana para su secado. El resultado se llama "tencha". Se les retira el tallo y las venas antes de molerlas hasta conseguir una textura de polvo fino como el talco, de un verde intenso, conocido como "matcha".
Solo el "tencha" molido produce matcha. Otros tés molidos se conocen como "konacha".

PreparaciónAntes de servirlo, se pasa el matcha por un colador muy fino para eliminar los grumos, ayudándose con una espátula de madera.
En la ceremonia japonesa del té, el matcha colado se deposita primero en un recipiente llamado chaki.
Con una cucharilla especial de bambú llamada chashaku se pone una medida (una cucharadita) en el bol de té. Se añade un poco de agua no muy caliente. A continuación, se agita la mezcla rápidamente con la brocha de bambú llamada chasen hasta lograr una consistencia cremosa con espuma en la superficie. Tradicionalmente, se sirve acompañado de un dulce llamado wagashi.

Otras preparaciones
El "Usucha", o té ligero, se prepara con media cucharadita de matcha y unos 75 ml de agua caliente, creándose un té más ligero y algo más amargo.
Para el "Koicha", o té espeso, se emplea más matcha (hasta seis cucharaditas en un bol agua) y se remueve la mezcla más lentamente produciendo una mezcla más espesa, sin espuma, y que resulta más dulce. El Koicha se sirve principalmente en las ceremonias japonesas del té.
Otros usos
El matcha es un ingrediente de la repostería japonesa como el wagashi, o el castella, manju, monaka y kakigori. También se emplea para batidos de leche, helados, pudines y otros postres.
Propiedades
Una de las más valoradas son sus propiedades antioxidantes por todos los efectos preventivos que ofrece. Además el té matcha contiene flavonoides, vitaminas (como la C y la E), minerales (como calcio, magnesio, manganeso, hierro, sodio, fósforo, fluor…), fibra y aminoácidos como la teanina.

Cuando bebes Matcha, estas consumiendo la hoja entera y desvenada de té, no solo el líquido que queda después de hervir la hoja como en cualquier otro té. Por ésta razón el Té Matcha contiene altas concentraciones de vitaminas, clorofila, bioflavonoides y el antioxidante EGCG (epiglocatequin), tambien conocido como “Catechín” o catequina. Este último se encuentra en una concentración de 137 veces más que el encontrado en cualquier otra planta de té verde.
Es además una bebida que te proporciona energía, sin los efectos secundarios de la cafeína del café.
Regula la digestión de manera formidable ayudando a desintoxicarte. Su acción diurética es fuerte haciéndote desechar todo el líquido retenido y colaborando a obtener un peso favorable.
No es adictivo, no tiene efecto secundario alguno y no es tóxico. Se puede consumir en las cantidades deseadas como cualquier otro té regular.
El té Matcha también alivia los dolores de cabeza, elimina las obstrucciones del bazo, depura los riñones, es beneficioso para los cálculos renales, facilita la respiración, soluciona los problemas digestivos y nerviosos, cura la falta de apetito, refuerza la memoria, alivia la fatiga y mejora la visión.

El té verde puede influir también en la absorción del hierro, por lo cual se aconseja tomarlo con leche. Debido a los polifenos (poderosos antioxidantes) que posee, se ha demostrado su efecto en la prevención y terapia contra del cáncer (colon, páncreas y estómago, entre otros).
Ayuda cuando hay diarrea y gastroenteritis. Previene enfermedades cardíacas, la hipertensión o los accidentes cerebrovasculares. Su flúor ayuda a prevenir las caries dentales, es diurético, favorece la circulación, estimula el sistema defensivo o inmunológico, estimula la eliminación de grasas, y si se aplican bolsas de té frío sobre los ojos, éstos se desinflaman.

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